Coaching Ejecutivo
Coaching
El coaching como práctica empresarial ha venido para quedarse porque, aunque el término pueda desaparecer como tal, está asociado a valores, creencias, actitudes y conductas que se están convirtiendo en la norma para todo el mundo.
Elegir la Conducto de Liderazgo
Los millennials exigen este cambio en el estilo de liderazgo, pero los líderes no saben cómo frecérselo.
Nuestra experiencia demuestra que el desarrollo de los empleados es la prioridad más baja de los cuatro criterios que llevan a los líderes a cambiar de conducta. La lista está encabezada por la presión temporal, seguida del miedo y de la calidad del trabajo o del producto; el desarrollo de los empleados queda en un triste cuarto lugar.
La falta de tiempo y el exceso de miedo nos llevan a adoptar la actitud del «ordeno y mando», mientras que la calidad del trabajo y la necesidad de desarrollo exigen coaching.
Maslow y la Actitud
En el ámbito empresarial se conoce a Maslow, sobre todo, por su pirámide
de las necesidades humanas.
El Coaching es más que el Coaching
El estudio The Conference Board CEO Challenge® 2016 demuestra que atraer y retener al mejor talento y desarrollar la siguiente generación de líderes son las dos preocupaciones máximas de los directores ejecutivos (CEO) globales.
Un Nuevo Estilo de Liderar una Empresa
Las empresas ya han detectado que el coaching es el estilo de liderazgo de una cultura transformada y que a medida que el estilo cambia y pasa de ser directivo a ser un estilo de coaching, la cultura de la organización también cambia. La jerarquía da paso al compañerismo y a la colaboración, la culpabilización se convierte en una evaluación honesta que conduce al aprendizaje, la motivación externa se ve sustituida por la interna, las barreras de protección caen a medida que los equipos se refuerzan, el cambio ya no asusta, sino que es bienvenido, y satisfacer al jefe se convierte en complacer al cliente. La apertura y la honestidad sustituyen al secretismo y a la censura, la presión laboral se convierte en un reto y las reacciones de apagafuegos a corto plazo desaparecen en favor de un pensamiento estratégico a largo plazo.
Cambiando de Observador
¿Podría ser que los únicos límites sean la magnitud de nuestra visión y las creencias con que nos limitamos a nosotros mismos?
Una cultura interdependiente y de alto rendimiento como la que puede producir el coaching para mejorar el rendimiento es la que tiene más probabilidades de adaptarse y prosperar ante las inquietantes oleadas de cambio a las que se enfrentan las empresas.
Estas empresas adoptarán una cultura de apoyo y orientada a las personas, en la que el coaching sea la norma y se practique de arriba abajo, horizontalmente e incluso de abajo arriba. Así se validan las necesidades de las personas, y el coaching las ayuda a determinar por sí mismas qué dirección tomar, mientras que a su vez el líder coach aprende muchísimo acerca de sus anhelos y esperanzas.
Si los líderes escuchan de verdad a su gente, actúan según lo que aprenden y capacitan a su equipo para que asuman responsabilidad sobre sí mismos y sobre los demás, todos serán más felices y rendirán más, y la rotación de personal se desplomará. Por el contrario, si los líderes solo practican el coaching de boquilla, generarán expectativas solo para volver a hacerlas añicos, por lo que el remedio habrá sido peor que la enfermedad.
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